jueves, 17 de julio de 2014

Atardece en Irlanda del Norte


Ayer tomé esta imagen desde el puente al lado de la estación de tren Balmoral, a unos 20 minutos de donde vivo y a las afueras de Belfast. Seguí corriendo un buen rato más, hasta salir de la ciudad y llegar a la autopista, y para cuando volví todavía no había anochecido. Estos atardeceres de verano y música en el móvil son lo mejor para salir a hacer ejercicio después de una dura jornada. (Y el Primark, que serán muchas cosas, pero para comprar ropa de deporte barata son los mejores).

Porque lo están siendo. En verano andamos escasos de voluntarios en la tienda y tenemos muchas donaciones que poner a la venta, así que no paramos. Sumémosle a ello que he empezado a dar clases de español a una chica de mi piso. Hoy hemos estado tres horas y ha ido bien, así que intentaremos hacerlo todas las tardes (Charlie, el profesor). Y sí añadimos la intensa búsqueda de trabajo en el centro con su consecuente entrega de CVs en sitios que andan de reclutamiento masivo, no digamos nada.

La relación con los compañeros del piso y la lavadora es buena. Escasa ya que cada uno tiene su horario y no nos solemos juntar todos en la cocina, pero va bien. La lavadora tiene vida propia y es toda una aventura hacer la colada (hay que tener un diccionario al lado para programarla) pero de momento tengo muda limpia. El siguiente paso son las camisas.

La cocina marcha bien. Tanto ella como yo conocemos nuestros respectivos límites y nos tratamos con respeto. Encontrar una carne picada decente es difícil, así que se hace lo que se puede. Mi sartén antiadherente (que ya se está empezando a estropear) y yo somos imbatibles. Como digo, no suele haber aglomeración de gente así que puedo cocinar a mis anchas (encontrar hueco en el frigorífico ya es otro tema).

El poco tiempo que me queda por las noches lo dedico a fortalecer mi inglés leyendo "Doctor Sleep", la secuela de "El Resplandor" que Stephen King publicó recientemente. Muchos sabéis lo básico que es King para mí y especialmente ese libro, así que pese a que no es uno de sus mejores trabajos (estaba más que claro, Steve. A quién se le ocurre.) lo estoy disfrutando enormemente porque me conformo con poco

Por último, el relato sobre la última noche en Cork está en marcha. Lo subiré a mi otro blog (el bueno) cuando esté listo y formará parte de la compilación de relatos "Ven aquí" que dan nombre al susodicho.

Hasta más ver.

lunes, 14 de julio de 2014

Irish Tour: Cork y más allá

Cork (irlandés: Corcaigh, derivado de corcach, marisma) es una ciudad en la República de Irlanda, capital del condado homónimo en la provincia de Munster. Con una población de 119.230 habitantes en 2011,1 es la segunda ciudad más poblada del país, detrás de Dublín, y la tercera de la isla.
Cork está construida sobre el río Lee, que por un corto tramo se divide en dos canales, creando una isla en la que se levanta el centro de la ciudad. El puerto de Cork es el segundo puerto más importante del país y uno de los puertos naturales más grandes del mundo.2

Los motivos que tenía para visitar Cork son simples: Es la parte más importante de la isla que me quedaba por conocer, ya que el año pasado se me hizo muy cuesta arriba por la distancia y porque no me llamaba tanto la atención. Ciertamente, Cork no tiene la belleza de Galway, pero sigue siendo un condado digno de verse. Tras casi siete horas de bus con transbordo en Dublin, a las dos de la tarde estaba allí. Esto es el centro de Cork y la parte más llamativa de la ciudad.





 
Incontables puentes que unen las diferentes partes sobre el río Lee. Di muchas vueltas por el centro, típico distrito comercial de cualquier ciudad irlandesa, y di buena cuenta de lo que allí se ofrecía. Me hice con una biografía de Rory Gallagher en una minúscula librería y su dueño me hizo descuento por darle conversación. En los últimos días he mantenido muchas conversaciones y en todas ha salido el tema de la sucesión monárquica en España y otros temas que nos son tan familiares, así que me voy acostumbrando. Compartí una Guinness con los lugareños en el pub que suele frecuentar Roy Keane, legendario ex-capitán del Manchester United, famoso por su dureza y oriundo de Cork. Visité el mercado inglés, lleno de viandas para el viajero, así como las catedrales y otros puntos de interés:





Esto constituyó el viernes. El sábado, aprovechando los descuentos de mi hostal, me apunté a una excursión al Ring of Kerry, qué, ilustremos:

El Anillo de Kerry (en inglésRing of Kerry) es un circuito turístico situado en el Condado de Kerry, en el suroeste de Irlanda. Este circuito cubre 170 km de carretera, formando un círculo que comienza en Killarney, flanqueando la península de Iveragh. Pasa porKenmareSneemWatervilleCahersiveen y Killorglin, antes de volver a Killarney nuevamente desde el sur, y bordeando los Lagos de Killarney y el Parque Nacional de Killarney.
Algunos de sus atractivos turísticos son Muckross House (una mansión cerca de Killarney), el fuerte de piedra de Staigue yDerrynane House, casa natal de Daniel O'ConnellWaterville es famosa por haber albergado durante varios veranos a Charles Chaplin, y el pueblo le dedicó una estatua que ahora puede observarse junto a la playa. Al sur de Killarney, y al final por lo tanto del Anillo, se sitúan el Castillo de Ross, los Lagos de Killarney y Ladies View, un mirador desde el que, según la reina Victoria I del Reino Unido se disfrutaba de las mejores vistas sobre los lagos


Con el fabuloso conductor y guía Michael, enorme pelirrojo y de asombroso parecido con un leprechaun gigante, iniciamos la ruta. Como en todo tour por Irlanda que se precie, no faltaba el grupo de estudiantes españoles de fiesta todo el día. Primera parada, el pueblo de Killarney:






 Después, parada para otear la famosa península de Dingle. Nublada, como era de esperar. Creo que los fotógrafos que trabajan para los folletos turísticos de Irlanda son unos héroes por como consiguen siempre fotos soleadas. El trabajo más difícil del mundo:


Cahersiveen:

Waterville, localidad costera favorita de Charles Chaplin. Como era de esperar, la foto era obligada.








Sneem, para el café de las 3 de la tarde:



Killarney National Park. Vistas espectaculares, la cascada de Torc cuyo nacimiento no llegué a ver por puro cansancio y un interesante olor a caballo.









Regresamos a Cork mecidos por el extraordinario repertorio musical de Michael, que se cantó desde los temas más tradicionales a los más modernos mientras conducía, para regocijo del grupo de españoles. El resto de la noche fue de lo más rocambolesca, pero no tiene cabida en esta crónica. Merece ser contada en otro sitio, y así lo intentaré.

martes, 8 de julio de 2014

Madurez

La madurez cuando uno está viviendo en otro país puede expresarse de muchas maneras. A continuación detallaré unos ejemplos de los que he hecho gala en las últimas horas.

- Reencontrarte con tu amigo Joseph, inglés de 45 años, y sacarle el tema de la guerra de las Malvinas y el gol de Maradona con la mano. Menos mal que luego nos ponemos a hablar de Scorpions y Eric Clapton y tan amigos como siempre.

- Tener calma, objetividad y buenas palabras para explicarle a tu compañero de piso, hincha del Liverpool, que Fernando Torres es una mentira desde hace unos cuantos años. Y de paso decirle que si se va Luis Suárez les va a costar la vida y más encontrar otro delantero centro de 30 goles por temporada. Como siempre.

- Que tu jefa te ORDENE dejar de trabajar en la tienda para ir al centro a echar currículums. Menos mal que luego he decidido volver a echar otras cuatro horas allí.

- Regañar a tu propia jefa por haberse comido todo el turrón que le regalaste y no dejar nada para los demás.

- Reservar un viaje a Cork un día después del concierto de Neil Young & Crazy Horse allí. No está la economía para hostias de esas.

- Descartar sabiamente el concierto de The Waterboys en Galway por el mismo motivo. Mi corazón llora, mi bolsillo sabe que es la decisión correcta.

- Comprarte una sartén antiadherente para ti sólo. Estrenarla quemando un sandwich. Y cuando digo quemando es que se ha puesto tan negro que podría trabajar recogiendo algodón.

- No importa, el risotto que he hecho a continuación, ha sido espectacular como podéis comprobar aquí.

- Aceptar ser profesor de castellano de tu compañera inglesa de piso. En menuda me he metido.

sábado, 5 de julio de 2014

Al fin

Esta mañana me he levantado contento y me he ido a la tienda a abrazar a Sonjia, manager del lugar donde trabajo, y le he llevado turrones. Le han encantado. Al final me he quedado trabajando un par de horas, porque el ambiente que tenemos allí invita a ello. Las compañeras nuevas como Hannah y Ellen me han caído estupendamente, y pasar varias horas del día con ellas mientras hacemos algo bueno por la gente es algo que vale mucho la pena.

Después he ido a una feria de antigüedades que se hace el primer sábado de cada mes enfrente de donde vivo. La mayoría eran sellos y bisutería, pero también un montón de postales y anuarios deportivos y, por supuesto, la gran mesa del fondo reservada para el típico hippie salido de la emisora de radio de Cicely (Alaska) que hay en cada feria de antigüedades:



(Qué cosa tan enorme es Doctor en Alaska, de verdad. No sabéis lo que os habéis estado perdiendo.)
Éste hombre tenía una envidiable colección de LPs, merchandising clásico de Star Wars y Battlestar Galactica que hubieran hecho las delicias de cierto tío mío friki y un montón de revistas de Doctor Who de la época de Tom Baker, el cuarto Doctor (1974 - 1981). Total, que...


 El mes que viene volveremos a por el resto. Se aceptan pedidos, por cierto.


Después ha tocado pasarse por el centro (y aprender a coger el bus, de paso) para volver con algunas compras básicas para la habitación. Aquí es donde el PoundLand ejerce de salvador ofertando esas cosas de dudosa calidad pero que poco importan cuando valen una libra, así que sumado a la bolsa de perchas que me han regalado en el curro, ya estoy servido de casi todo. Y sí, he cocinado. Tras comprar en el Tesco provisiones para -intentaremos- dos semanas, he superado mi repulsión hacia la cocina llena de basura (que tiene mejor pinta ahora, todo hay que decirlo) y he hecho magia:




"Contemplad mis obras, vosotros, los poderosos, y abandonad toda esperanza"

Entre el insuperable sabor de la comida casera y los partidazos de cuartos de final de hoy, más el ambientazo en el trabajo y la vuelta por el centro, ha sido un día memorable. No será el último.

viernes, 4 de julio de 2014

Hoy he durado más de un minuto en la cocina.

Ha sido para calentar un plato precocinado del Mark & Spencer, pero lo he conseguido y no me he muerto. La suciedad y el olor a tabaco echan atrás a cualquiera, pero mañana aprovecharé para hacer compras de todo y me aventuraré a cocinar algo. Que ya va haciendo falta. (Atentos a mi Instagram para ver las evoluciones).

Hoy me he tirado otras 6 horas en la tienda como un campeón sin pausas ni nada. Tras planchar y etiquetar lo que no está escrito, he vuelto al mostrador, a mi querida caja registradora y a mi tensa relación con el cliente (que, aquí al menos, es magnífica). No han faltado clientas legendarias que no pierden ni una oportunidad de volverme tarumba con su avanzada edad. Hasta eso necesitaba.

Después, tras el glorioso Alemania - Francia, he caminado desde mi piso al centro, como cuarenta y cinco minutos, y he recordado lo que me gustaba de esta ciudad. No tiene nada que ver grandes capitales impresionantes como Dublin o Londres, pero tiene lo suyo y está muy bien. Y he localizado algunas ofertas de trabajo a reclamar desde ya.

Por fin, he usado el transporte público. Pese a ser caro (1'90p por viaje) me ahorra los tres cuartos de hora de caminata. Como a pesar de todo tenía intención de andar, intentaré usarlo sólo para los retornos con la compra. Os dejo, que empieza la segunda parte del Brasil - Colombia.

jueves, 3 de julio de 2014

Vuelta al trabajo

Cuánto lo necesitaba.

Esta mañana pensaba sólo pasarme un rato por la tienda y después tomar el bus al centro para hacer unas cuantas compras necesarias para alguien que se está mudando, pero una vez me he reencontrado con mi amigo Mark (ahora encargado sustituto) y me he metido a la trastienda a etiquetar ropa, no ha sido posible parar. Las nuevas compañeras son bastante simpáticas, y he recuperado fácil la rutina del año pasado. Total, que he estado seis horas ahí dentro sin parar ni para comer. Todavía no me siento al 100% preparado para volver al mostrador y a la atención pública, pero en unos días volveré a pelearme con los clientes y a hacer liadas con la caja registradora. Lo necesitaba.

Por lo demás aun no me he recuperado del largo viaje ni del cambio de rutina así que estoy cansado para cocinar. Además, la cocina no está demasiado limpia ni hay mucho espacio, así que cualquiera se pone. Sea como sea, mañana definitivamente tengo que comprar algo de pasta, arroz y carne para comer algo de verdad, que los sandwiches del Tesco no alimentan nada. Y creo que me compraré una sartén para mí, que no me fío nada de lo que hay por aquí.

Una vez supere estos primeros días de adaptación, todo va a ir mucho mejor. Y cuando me reencuentre con Sonjia el sábado, será insuperable.

miércoles, 2 de julio de 2014

Dubliners II

Aludiendo a la entrada del año pasado Dubliners, aquí hablaré de lo que supuso el largo día de ayer. Todo el mundo sabe lo cansado que es viajar cuando tienes tantos autobuses y vuelos y transbordos, pero por suerte anoche tropecé con gente en las mismas circunstancias a lo largo del día y todo se hizo más ameno y con ayudas mutuas. Finalmente llegué a Dublin por la tarde (más o menos cuando Argentina y Suiza jugaban la prórroga, aunque no pude enterarme del resultado hasta la noche) y, tras instalarme en el Isaacs Hostel volví a dar una vuelta por mi ciudad de pavimento empedrado favorita.

No os recomiendo, dublineses, el Isaacs Hostel en época veraniega. Está a rebosar y no es demasiado cómodo, pero está bien situado justo a la estación de autobuses. Saliendo de allí, empezó el reencuentro. Resumen de fútbol (y Guinness) en el Poet's Corner, a la ribera del río. Callejeos que llevan a Temple Bar, y allí...




Allí se juntan muchos recuerdos emotivos del año pasado. Aunque esta vez mis amigas no estaban allí, me lo monté solo. Pasé de quedarme en un sitio concreto para el Bélgica - EEUU y me moví por la magia del lugar. Estofado (y Guinness) en O'Reilly, asistir a espectáculos callejeros y ver músicos que podrían cobrar por tocar en salas y mil cosas más. Esto es Temple Bar, y pese a ser martes estaba a rebosar. Finalmente encontré el Garaje Bar, donde un dj pinchaba New Order y demás mientras un ambiente tranquilo invitaba a ver la prórroga de partido (porque evidentemente habría una). Celebré los goles de Bélgica con una Murphy, y después volví al lugar que tanto nos unió el año pasado.


El Gipsy Rose Rock and Blues Club fue donde vimos tocar a Jesse Rodriguez durante tres horas y media, y todo lo importante de este acontecimiento fue relatado en la entrada correspondiente que está enlazada en el primer párrafo de este texto. Para cuando entré el músico que tocaba esa noche estaba recogiendo y estaban pinchando heavy metal, pero me quedé (y una Bulmers) y no tardaron en darme conversación (lo que hace llevar camisetas de Black Sabbath). Ayer hubo concierto de Slayer en Dublin, así que los que se pasaron estaban rematando la noche en el mejor pub de rock duro de la ciudad. Eché la noche hablando con un par de dublineses sobre muchas cosas; música, política, diferencias culturales y lo mismo de siempre, pero de forma muy interesante. Por algo Dublin es una ciudad tan mágica a la que me encanta ir.

Tras llegar al hostel de forma milagrosa y dormir muy malamente (el sol desde las cinco de la mañana y la vía del tren pegados a tu ventana no es muy recomendable), esta mañana he venido a Belfast y ya estoy instalado en el piso. No es que sea muy higiénico, pero iremos haciendo lo que podamos. Lo mejor del día ha sido llegar a la tienda a reencontrarme con la gente. Sólo he podido estar con Lucy, pero a lo largo de la semana irán llegando Sonjia y los demás. Me muero de ganas por trabajar con Cancer Focus de nuevo.