Gigantes

Había una vez dos gigantes enfrentados lanzándose rocas en un combate sin fin. Un día, cuando las rocas lanzadas llegaron a formar un camino en medio del mar, el gigante más fuerte decidió cruzar desde Staffa hasta la costa del norte de Irlanda para acabar con su enemigo. La mujer del gigante irlandés, viéndolo llegar, vistió a su marido de bebé. El gigante invasor, al ver el tamaño de semejante bebé, pensó que el padre debía de ser por lo menos tres veces mayor, y se dió la vuelta despavorido. Por el camino pisó las rocas tan fuerte para que se hundiesen en el mar y su adversario no pudiese llegar a Scaffa. 

Así es como se formó la Calzada de los Gigantes, uno de los mayores atractivos turísticos de Irlanda del Norte y Patrimonio de la Humanidad. Es también conocida en los últimos años por ser escenario del rodaje de una de las series de moda:

En realidad me refería a Game of Thrones. La serie de HBO basada en la saga literaria Canción de Hielo y Fuego de George RR Martin, la cuál está emitiendo el ecuador de su tercera temporada, localiza parte de la acción aquí. 

De hecho, una de mis compañeras de trabajo, estudiante de Cine, formó parte del equipo en el rodaje de la última temporada. Como seguidor de la saga a pesar de los dos últimos libros y del bajón de calidad de la serie, era un destino obligatorio. Como podéis ver en la imagen, es donde se sitúa la isla de Pyke, capital de las Islas del Hierro, hogar de la casa Greyjoy en la ficción. Digo se sitúan, porque las torres son CGI, claro. El paisaje rocoso de la costa irlandesa es característico del mundo de Poniente. Además, pronto una exposición del material de la serie tendrá lugar en Belfast, con presencia de algunos de los actores según confirmó Alfie Allen (que da vida a Theon Greyjoy) vía twitter.

Por todo esto, era de esperar que los gigantes volviesen a la calzada:

Esto formó parte de un tour organizado en el que visitamos castillos, el puente colgante de Carrick-a-rede y la famosa destilería de whisky Bushmill, con degustación gratuita. Y como colofón, Erika estaba de visita en Belfast, así que fuímos al Filthy a celebrarlo:

El domingo tocó visita al mercado, donde encontré un tomo en buen estado de mil y pico páginas con las obras completas de Wilde (y de propina una edición de Tales of Mistery and Imagination de Poe), y además descubrí Waterstone, una librería de dos pisos en pleno centro de Belfast con cafetería, donde leí The Ghost of Canterville por 167º vez en mi vida y acabé llevándome a Ginsberg y Dickinson conmigo. Leí Aullido en la plaza de la catedral hasta que fue la hora de despedirse de mi amiga visitando el Laverys, no por mucho tiempo.

Hoy en la tienda creo que he hecho muy buenas marcas de venta. Hemos tenido incorporaciones nuevas de voluntarios y muchas donaciones, así que tenemos mucho stock que sacar y mano de obra para hacerlo, lo cual lleva a una buena gestión del establecimiento. Ha sido gracias a eso que mi jefa, una persona absolutamente encantadora, he de decir, me ha dado permiso para visitar...

Exacto. Próxima parada, ¡Edimburgo!