Suena Rory...
Las clases de inglés, pese a ser muy pocas, van cumpliendo su cometido. Hoy hemos visto el Callan Method, que consiste en repetir compulsivamente lo que te dice el profesor, si acaso añadiendo algunas palabras de tu propia cosecha. De esta forma, por estúpido que pueda parecer, tu cerebro se acostumbra a dar una respuesta (búsqueda inmediata de las palabras necesarias), así como la práctica de la pronunciación, que en Irlanda del Norte tiene sus propias reglas. Un ejemplo rápido. La palabra inglesa "how", que pronunciamos /jau/, pasa a ser /joi/. Pasa lo mismo con "new", "cow", "brown"...
La segunda parte de la clase ya pasa a ser General English, rellenando los gaps de siempre e interactuando para saber más de nosotros y de Belfast. Los tres profesores que tenemos son muy agradables. Si queréis saber más de la escuela, pulsad aquí. Nos han alegrado, ya que nos organizarán un viaje al norte del país para ver Derry, la famosa Giant's Causeway y muchas cosas más. Es una pena que el viernes terminen las clases (y que me pierda un día por la entrevista, pero creo que vale la pena).
En casa las cosas siguen mejorando. Pronto tendremos radiadores para cada habitación, y con la buena organización de mis compañeros se van consiguiendo las cosas básicas para el hogar. Quitando alguna cosa como casi morir sepultados intentando coger un macropaquete de papel higiénico desde una altura en un almacén chino o seccionarse media mano cortando patatas con un cuchillo de sierra sin parar de sangrar hasta la madrugada, pero espero que el tiempo lo convierta en (otra) anécdota.
Hoy tocaba ir al pub cercano a ver la Champions, pero estamos bastante cansados así que seguimos relacionándonos con nuestros portátiles en la sala común. Cada vez nos gusta más pasear por el centro, descubrimos cosas nuevas. Ya nos hemos apuntado la gigatienda de cómics Forbidden Planet y el "Todo a 1P", junto a la tienda de Disney. También nos hemos pasado por la tienda oficial de recuerdos de Irlanda, lleno de deliciosas chorradas para St. Patrick's Day.
Me lo compraría todo, pero lo que va a caer seguro es una camiseta con una frase de Oscar Wilde: "I don't have anything to declare but my genius."
Se va a liar pronto, lo veo.
Ah, el Poundland. Qué recuerdos aquellos de mi verano de los 15 años sobreviviendo a base de bolsas de patatas fritas de 1kg a 1 pound.
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