St. Patrick y más allá

El domingo pasado tuvo lugar la más importante celebración irlandesa. Lá Fhéile Pádraig o Día de San Patricio conmemora la llegada de la religión cristiana a las islas, así que el 17 de marzo se acostumbra a vestir de verde, hacer correr la cerveza más rápida de lo habitual y todo el mundo habitúa a ser un poco más feliz. Así que, tras dormir hasta bien entrada la mañana por primera vez en todo el Erasmus, nos dirigimos al City Hall para ver el desfile:

Acróbatas, bailarines, hinchables y la banda de gaiteros recorrieron el centro de Belfast durante un rato. Se nos hizo bastante corto y no tan lleno de gente como nos esperábamos, quizá porque en Irlanda del Norte es una festividad no oficial (pero el día siguiente es fiesta, eso sí). Había muchos actos programados por la ciudad, como unos conciertos folkies en la zona del puerto, pero no los vimos. De todas formas una de mis compañeras está haciendo un porrón de fotos y vídeos, y yo mismo también saldré con la cámara cuando mejore el tiempo, así que podremos enseñaros algo.

Por la noche salimos, vestidos de verde, por supuesto, a dar una vuelta por el centro. El White Tavern se anuncia como el pub más antiguo de la ciudad, desde 1960. Allí echamos la primera de la noche, mientras debatíamos con los parroquianos sobre la legendaria etapa de Xabi Alonso en el Liverpool (no intentéis cambiar de tema. Siempre funciona), y otras cosas no tan amistosas.

Allí probé la Smithwick, por no pedir siempre Guinness. No está mal, pero tiraré por otras marcas. Por cierto, en ese pub al menos era habitual que el barman te eche algo de hielo en la cerveza. Para mí es un sacrilegio, pero ellos sabrán lo que quieren. Después tocaba ir de discoteca. Todos sabéis que no es mi opción favorita, pero todos íbamos y hay que reconocer que el buen ambiente entre nosotros hizo que fuese una noche bastante divertida cuyos vídeos espero que nunca salgan a la luz. La disco se llama Stiff Kitten y objetivamente esta muy, muy bien. La música no me resultó especialmente machacona e intercalaron temas más clásicos como el Can't Stop de RHCP, Three Little Birds de Marley, Fiesta de The Pogues y el tradicional Galway Girl, con baile irlandés incluido. 

Y eso fue todo hasta las dos de la mañana, porque es la hora de cerrar los sitios aquí. Una decepción, pero habrá que acostumbrarse a salir desde las 8 de la tarde. Será por sitios y por noches. Mañana os hablaré de mi primer día de trabajo y de mi primera visita al Bookfinder, con todo lo que eso conlleva. Es tarde y mañana, ah, no, mañana tengo el día libre.